:: Anuncio de una muerte crónica ::

Tenía ya varios días que no me conectaba a Internet debido a que se quemó mi computadora, gracias a dos rayos que cayeron en el transformador que se encuentra en el poste de luz que yace enfrente de mi casa (y, para acabarla de amolar, frente a mi cuarto); pensé en ni siquiera ir al “cyrbencafé”, y dedicarme más a otras cosas de las cuales también soy adicto (de cualquier forma para el séptimo del presente mes ya habría adquirido una ‘compu’ más potente que la anterior -pero eso se tratará en otra entrada-.) de manera que me diera un descanso y estuviera un poco alejado del ciberespacio.

Sin embargo, a menos que fuera algo muy especial y necesario -me dije- visitaría el ‘cyber’ que está en la esquina de mi casa (y desde el cual, subiré esta entrada; aunque ahora mismo estoy en casa escribiendo en la ‘compu’ que improvisé y que no es tan óptima como para ver videos o conectarse decentemente a Internet), para navegar y revisar el correo; u otros asuntos.

Resulta que acabo de regresar del banco (he leído varios posts sobre experiencias en la fila de bancos que creo que ya es algo al que todo blogger debería dedicar algunas líneas, tal vez se volverá un “classic topic") en donde hacía mucho calor porque los climas no estaban funcionando; según dijeron se había ido la luz. Una señora de esas típicas en la fila que lleva a sus niños para que jueguen mientras esperan afirmó que se había ido la luz en toda la ciudad alrededor de las 8:45 a.m. (después también escribiré sobre mis experiencias bancarias, que a decir verdad, han venido siendo bastante chuscas).

“Ah chirrión…Entonces no fue sólo en mi casa (y la cuadra) en donde se fue la luz…” -Pensé.

Pero… ¿Porqué había yo pensado eso?

A las 8:25 a.m. me despertó de un plácido sueño (en donde me encontraba en un salón de clases estudiando -al menos así lo recuerdo-) un estruendo sonido como si algo hubiera estallado; obviamente no lo escuché completamente, si no sólo la estela última de ruido que un ‘cuete’ (explosivo, cohete, triques, dinamita infantil…) suele dejar…

Mi mamá tocó rápidamente la puerta y, algo alterada (ella, no la puerta), me preguntó si yo estaba bien, a lo que con algo de sueño y desorientación (sólo dormí 4 horas) asentí lentamente -algo así como una reverencia Shao Lin-. En todo ese transcurso no hubo luz en casa, el transformador parecía haber explotado (ese transformador es todo un caso, hay varias entradas que dedicaré a él); así que fui a dejar a Xo al Servicio Social, llevé a mi mamá de compras, y al regresar nos dimos cuenta de algo, algo que provocaría formularnos las hipótesis y teorías más exorbitantes del día, o quizá de la semana…

¡ATENCIÓN!

EL CONTEXTO SIGUIENTE CONTIENE IMÁGENES GROTESCAS:

Ahí estaba, colgando de unos alambres de esos que envuelven a un poste de luz, una difunta ardilla electrocutada…

Hubieron varias hipótesis que me hice con la poca información que tenía al momento de verla; cuando le tomé estas fotografías se acercaron algunas vecinas (rarísimo suceso…) para comentar sobre si ese animalito había sido el causante de tal explosión. Entre comentarios y cuestionamientos la retroalimentación empezó a tomar forma de tal manera que, juntando las partes que todos comentaban, y, mi intuitivo sentido criminalístico (inspirado, claro, de tanto ver Numb3rs, CSI, Dr. House, Mentes Criminales, Shark, y hasta ‘Los Simuladores’…) pude formular la siguiente teoría:

1.- La ardilla andaba recorriendo los cables de alta tensión o bien, rondando por el transformador ¿Por qué habría una ardilla de andar por esos lugares si se supone que tiene espacio -y alimento- de sobra en los patios de nuestras casas, que están repletos de árboles? No lo sé…

2.- Tal vez perdió el equilibrio o su peso hizo que cayera y uniera dos (o más) cables de esos que permanecen paralelamente dispuestos entre sí; provocando un corto circuito que se consumó en la sobrecarga del transformador, provocando que éste se quemara y estallara algún componente interno (o algo así) del mismo, cortando instantáneamente la electricidad que había estado proveyendo en ese momento; y ocasionando un estallido que chispeó y ahumó la estructura metálica de dicho transformador.

3.- La ardilla, al hacer puente entre éstos cables, sirvió de conductor y su cuerpo no pudo resistir tal descarga, así que terminó por electrocutarse completamente, muriendo al instante. Talvez quedó pegada a un cable o encima del transformador; pero no cayó a la banqueta. A juzgar por las fotos, tal vez las patas traseras pendían de un punto mientras las delanteras tocaban otro, provocando con esto el flujo de energía eléctrica a través de su cuerpo.

4.- Cuando llegaron las personas de la CFE (Comisión Federal de Electricidad), éstas arreglaron el asunto, devolviéndonos la electricidad y dejando colgado al roedor de unos cables ‘seguros’ que rodean al poste como a 1.5m de altura desde el piso. No sé con qué intención lo habrán hecho, pero no quiero detallar en suposiciones.

Aquí más o menos tengo un escenario imaginario de cómo pudieron haber sucedido las cosas…

Tal vez así sucedió… Lo que sí es que ahora ya la enterré en el patio del fondo de la casa; devolviendo a la madre naturaleza lo que nos prestó unos cuantos años…