Vaya, que llegado a este punto lo menos que puedo hacer es dedicar un post especial a este número tan representativo: Quinientos… Quinientos posts, 1985 comentarios, 369,371 visitas (y eso desde mayo de 2009 hasta hoy) ¿Se oye algo bastante grande no? Y lo es, por lo menos para mí. Es como si de repente el tiempo hubiera pasado y viera cómo se pudo saltar de aquella primera entrada en donde ignoraba el rumbo que tomaría este Blog, a aterrizar a una idea un poco más concreta de lo que aquí te he platicado a lo largo de estos 4 años y 5 meses…
Que puedo hacer mención de los momentos más significativos aquí redactados, es bien cierto, pero creo que son tantos que lo dejaré de lado para cuando llegue a, quizás, las mil entradas. Quien se haya tomado la gran cortesía de leer este espacio en estos aproximadamente 1610 días habrá de tener una idea de cómo se fue puliendo esto y tal vez tenga una leve noción del destino al que llegará, aunque eso es aún algo incierto para mí; pero siempre habrá una constante: La fotografía. Luego entonces, continúo esta mención al post número 500 destacando lo más relevante de estas semanas.
Foto por: Brett / Chen.
Adquirí hace cerca de dos semanas mi primera cámara clásica, la Nikon FM10 (Muchas gracias Mónica HR, me has adelantado la navidad), con el firme propósito de adentrarme a la fotografía analógica y aprender más aplicando conocimientos a la vieja escuela. Aún no la he usado, y es que las ocupaciones me tienen tan al borde del desvelo que caigo rendido prontamente en los brazos de Morfeo cuando apenas cierro los ojos.
También, gracias a pertenecer a un grupo fotográfico nacido en las redes sociales localmente, he conocido a diversos personajes que comparten una misma pasión que yo, y esto me ha abierto las puertas al aprendizaje y a la investigación de una manera exponencial, tanto que los frutos por sí solos maduraron y ahora mantengo una motivación de victorioso ante cualquier reto fotográfico; aunque esto represente que a veces, ciertamente, tenga uno que otro bloqueo, a los que incluso algo de cariño les esté tomando. Gracias a ello la fotografía ha tomado caminos diversos en mis expectativas; tan solo hace 4 semanas empezamos unos colegas del grupo y yo a salir a tomar fotos en domingo para desestresarnos de las atareadas semanas que cada uno ha de llevar.
El primer domingo disfrutamos de las escenas simétricas y asimétricas y una que otra tétrica que nos brinda el interior de la Cripta, seguido de una caminata por la Avenida Central y el Parque. Tomar fotos acompañado es algo bastante peculiar, los silencios de las palabras se compensan con el sonar de los obturadores y es como una conversación en un nivel un poco más artístico que viaja sobre el tiempo sin alterarlo. Anécdota: Conocí la parte baja de la Cripta, en donde hay más capillas y también féretros colocado en nichos o bóvedas.
La pandilla dominguera: Sai Kun, Carlos y Samuel.
El segundo domingo tuve la oportunidad de experimentar dos nuevas modalidades: Un timelapse y los llamados “bulbos” que son fotografías a larga exposición en donde la lente capta la luz en cierto tiempo, permitiendo que las estelas viajeras a lo largo de los segundos queden grabadas en una sola imagen. Realmente genial; luego, fuimos al Malecón a hacer tomas nocturnas. Anécdota: Me pasé pegado a la cámara por cerca de 2 horas y media haciendo tomas cada 15 segundos.
El tercer domingo fue de tomas de ocaso, elegimos la playa como el mejor de los escenarios y capturamos momentos increíbles a pesar de hacerlo en una hora ya casi oscura; lo que nos permitió recibir a la madre oscuridad con frenesí y experimentar con el pintado con luz (light painting). Anécdota: Me raspé la rodilla derecha al escapar de una ola cuyo impacto en las piedras salpicó espontáneamente a mi cámara, mojándola levemente y prendiendo mi sentido arácnido al 100%.
Dibujo hecho por mi. Foto por: Samuel
El cuarto domingo (antier) fue un poco más urbano, intentamos hacer congelados de unas palomas en el parque Bicentenario y fotografiar detalles no tan glamorosos de la Avenida Central, terminando sin saber cómo en un City Pub haciendo de igual forma tomas con bulbos y fascinándonos con los resultados que un encendedor puede ofrecer. Anécdota: Al llegar a la zona de un batallón militar, no saqué mi cámara si no hasta bajar del puente alto, y es que según no está permitido hacer fotos cerca de ahí, pero a Sam le valió.
Además de lo anterior, seguimos haciendo crecer al grupo en la manera que podamos, nacen ideas, proyectos, tendencias y dudas; pero nada que no pueda ser conquistado con el debido esfuerzo de cada uno.
Vienen muchas cosas importantes en todos los aspectos, lo presiento; y mientras tenga la disposición de publicar lo haré con el mismo placer que me nace desde el primer post que escribí, para que así, poco a poco, como al día de hoy, escribamos y repasemos juntos tantos múltiplos de 500 posts como nos sea posible, y no perdamos la magia de grabar buenos recuerdos...
… Así pues, muchas gracias por seguir leyendo este espacio… 500 posts, quinientos... Es apenas un párrafo de todo lo que ya quisiera contarte…
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