Sábado,
14 de Octubre de 2017. Desperté luego de apenas poder dormir. No soy bueno para
dormir en autobuses, así que entre el dolor y el letargo bajé. Habíamos llegado
a Tuxtla luego de cinco horas y media aproximadamente, para esperar un poco y
tomar camino hacia San Cristóbal de las Casas. Como dijera rashteco:
"¿Quién diría que de pronto nos decidiéramos con apenas una hora de
anticipación a esto?" Dicen que los mejores viajes son los que no se
planean... Podría ser.
El
día fue desvaneciendo a la oscuridad y pasamos de un azul oscuro a un amarillo
débil mientras nos acercábamos a San Cristóbal, la niebla apenas se desplazaba;
parecía seguir durmiendo, esperando al Dios Sol para poder incorporarse. Las
calles estaban apenas transitadas, se notaba que el día apenas iniciaba en esta
tan turística ciudad.
Llegamos
al hostal "Luna Nueva", nos atendió y recibió Paulina en primera
instancia, y después Roberto junto con Paulina y la pequeña Dafne fueron
grandes anfitriones al compartirnos un delicioso café (creo que de Teopisca)
con pan "coleto" mientras nos platicaban y daban algunas indicaciones
para poder salir hacia los pueblos indígenas de San Juan Chamula y Zinacantán.
Agradecimos y nos despedimos por el momento, íbamos en plan austero por lo que
un tour no era opción, así que nos movimos por cuenta propia. Luego de caminar
por un mercado por fin dimos con el sitio de las combis que van hacia San Juan
Chamula, minutos después, ya estábamos ahí contemplando a su emblema universal:
La Iglesia de San Juan.
Había
moderada cantidad de gente, por lo que decidimos entrar luego de pagar la
entrada (25 pesos por persona) y por fin conocer el interior de esta iglesia
única en el mundo. ¿Por qué lo es? Porque es una clara muestra del sincretismo
viviente, es un santuario donde conviven las creencias prehispánicas con
algunos rasgos del catolicismo, ambas conviviendo en una completa armonía desde
hace ya muchísimo tiempo...
Y
no, no dejan tomar fotografías ni video adentro, tampoco entrar con lentes o
gorros; debes mostrar el más alto respeto ahí dentro (inclusive más que estando
afuera, que de por sí es un gran respeto) y hacer caso a lo que oigas de los
guías en cuanto a no hacer algo que esté prohibido ahí. No en vano la fama de
este pueblo es ser herméticos y celosos con sus tradiciones; se lo han ganado a
pulso y así seguirán, porque una vez que escuchas el significado de estos
elementos alrededor tuyo, comprendes el por qué no permiten que alguien quiera
venir a perturbar la paz de este templo. Veré si puedo darte una idea...
Esta
iglesia es única en el mundo, no existe otra donde se mezcle la tradición
prehispánica (Maya) con la herencia española (Catolicismo). Los Chamulas no
quieren que se les robe el alma o la esencia de este lugar o de sus
tradiciones, por eso no permiten las fotos o videos. Las fotos que se han
podido tomar dentro de este templo, son contadas y consideradas una gran
hazaña.
No hay bancos ni sillas o mesas, todo adentro está despejado para que las personas lleguen a realizar sus ceremonias (peticiones) y se sienten en el suelo sobre acículas de pino. Siempre hay acículas de pino en el suelo (es un elemento natural que representa la tierra) y se cambian los lunes, miércoles y sábados.
No hay bancos ni sillas o mesas, todo adentro está despejado para que las personas lleguen a realizar sus ceremonias (peticiones) y se sienten en el suelo sobre acículas de pino. Siempre hay acículas de pino en el suelo (es un elemento natural que representa la tierra) y se cambian los lunes, miércoles y sábados.
Siempre
hay cerca de 5000 a 6000 veladoras encendidas dentro de la iglesia, todas ellas
representan las peticiones (buenaventura, salud, amor, bienestar) de las
personas; hay desde veladoras grandes encima de unas mesas exclusivas para
ello, hasta filas de velas (de un solo color o de varios) pegadas en el suelo
representando cada fila una petición y cada color un aspecto o propósito (amor,
brujería, trabajo, enfermedad, felicidad, buena vibra).
No
hay sacerdotes o equivalentes que oficien misa dentro o la ceremonia. Cada
semana o en eventos especiales mandar a traer a un cura de San Cristóbal para
llevar a cabo una ceremonia, pero terminando se regresa por donde vino. De ahí,
las ceremonias son familiares y cada familia con su sanador la lleva a cabo.
Los
santos están colocados en vitrinas a ambos lados de la iglesia, todos a la
misma altura y colgando de su cuello un espejo ¿Por qué? Porque no se cree en
la confesión, se cree que si alguien busca el perdón sólo confesando, se engaña
a sí mismo, por eso el espejo: Para que cuando quieras ir a confesarte veas tu
propio reflejo y sepas que sólo estás engañándote a ti mismo. Y los santos
tienen un propósito en sí, cada uno tiene habilidades para ciertas cosas, por
eso cada que una familia va a ofrecer ceremonia ahí dentro, debe ir acompañado
de un sanador (ó curandero, que es el nombre que se les da a lo que alguien
denominaría como brujo, aunque se hace hincapié aquí que es un sanador, pues
trabaja con energía positiva y siempre con propósitos de ayudar a la gente;
caso contrario, no se le permitiría entrar a la iglesia.
Al
frente de la iglesia está el Santo Mayor, San Juan Bautista. Es el único que
permanece en lo alto respecto a los demás y el único que es separado de la
gente por una pequeña cerca de madera tallada. Está prohibido ir más allá de la
barrera. No hay pinturas o motivos artísticos en las paredes, pero sí en el
techo de la iglesia, cerca del altar (porque en toda la demás parte del techo
sólo se observa cómo el tono negro del humo ha pintado en su totalidad las
estructuras de maderas, convirtiéndolo en un tono chapopote homogéneo). Dichos
motivos consisten principalmente en 4 elementos que representan los cuatro
evangelistas: El jaguar (Mateo), el león (Marcos), el buey (Lucas) y el águila
(Juan). Al no creer los Chamulas en ángeles (puesto que no son tangibles para
ellos) buscaron algo que sí lo fuera (un animal, para seguir con la tendencia)
y decidieron el jaguar, ya que es un animal emblema local que representa a la
perfección la identidad Chamula.
La
iglesia posee tres cruces, tres campanas en turno, y tres momentos del día en
que suenan las campanas; esto porque hay tres barrios en el pueblo. Los
momentos en que se tocan las campanas es amaneciendo, a medio día y antes que
se meta el Dios Sol (tangible y real para sus creencias) todos los días durante
todo el año. Dentro de la iglesia, sobre una larga banca, hay siete campanas
que son anteriores a las actuales, con rupturas en sus costados debido al gran
servicio que brindaron cuando les tocó.
Hay
guías adentro que explican la historia de la iglesia y sus curiosidades, son
las únicas personas autorizadas para portar celular dentro de la iglesia pero
sólo para hablar y ya. Algunos de estos guías son mayordomos ó voluntarios que
ayudan a cuidar y restaurar la iglesia, y lo que los turistas dan no es para
ellos, si no para la iglesia, inclusive algunos de ellos voluntariamente donan
al mes (por ejemplo) mil pesos para el cuidado de la iglesia, o bien, para la
compra inmediata de costales llenos de acículas de pino. Una persona que es
mayordomo no puede ser elegida en principio, debe ser decisión voluntaria y
anotarse en una lista de espera hasta que le toque turno. Hay personas que
esperan inclusive cerca de 40 años para poder llegar a ostentar ese honor. Y el
servicio es voluntario totalmente por periodo de, por ejemplo, un año.
Algo
similar ocurre con los sanadores. un sanador no se hace, no puede aprender;
debe nacer con el don y darse cuenta y dar cuenta a los demás sobre sus
capacidades de curación, de identificación de males, o de su sensibilidad para
comunicarse con la energía natural. Un sanador debe ser fiel a su vocación y
debe siempre cumplir con su trabajo, asistir a la iglesia a diario si es
necesario y siempre ser una persona honorable; pues ser sanador es un papel muy
importante en la sociedad Chamula, son los médicos de prestigio y de una vida
impecable a los cuales se les confía nuestras vulnerabilidades.
Las
ceremonias llevan más o menos este contexto:
1.-
El sanador llega con la familia a la iglesia llevando las cosas necesarias para
la ceremonia o la petición: Veladoras, aguardiente de maíz (Posh: Bebida
sagrada que purifica el cuerpo y el alma), una gallina, quizás algunos huevos,
rejas de refresco de Cola o sabores, y hasta a veces un grupo de música
(guitarras, tambores) para amenizar las ceremonias.
2.-
La familia se sienta junto con el sanador y empiezan a colocar las velas en
fila según sus peticiones, las encienden, rezan, piden a los elementos
naturales (tierra, agua, viento, y el Dios Sol) por ellos y mientras tanto la
música les acompaña en el rito. Simultáneamente pueden haber tantas familias y
sanadores realizando estas ceremonias, y nadie interfiere con el otro.
3.-
Cuando llega el momento de realizar la petición o la cura, antes de tomar a la
gallina para ofrecerla en sacrificio debe consumirse el posh para protección
del cuerpo y del alma. Los adultos pueden ingerirlo en seco, los jóvenes beberlo
mezclado con refresco de Cola o sabores, y los niños apenas probarlo, o bien si
son muy pequeños (bebés) se les habrá de cubrir sus manos, pies, brazos, frente
y rostro con pequeñas humectaciones de posh. Toda la familia así estará
protegida y no permitirá la entrada a las malas vibras o malos deseos.
4.-
El sanador podría llevar a cabo un procedimiento de detección del mal mediante
la palpación del pulso u otros medios de diagnóstico, una vez que ha encontrado
el mal y lo ha acumulado en un solo punto, deberá tomar a la gallina y
acercarla de manera que ésta se impregne del mal que aquejaba al paciente. Una
vez que dicha gallina ha tomado la enfermedad o el mal que estaba en la
persona, deberá ser sacrificada; y se hace solamente torciéndole el cuello, sin
desangrarla, pues el sangrado de la gallina representaría una vía de escape para
ese mal, que podría sobrevivir y volver en este mundo.
5.-
Cuando la ceremonia ha finalizado, las veladoras en el suelo podrían ser
esperadas a consumirse, mientras se colocan otras más grandes en las mesas para
este propósito y la familia va levantando las cosas usadas para llevárselas.
Cuando las velas se han apagado, se limpia el lugar y ahora pueden salir de la
iglesia y volver a casa, y lo hacen acompañados de cánticos musicales
tradicionales que suenan desde el interior de la iglesia hasta las afueras de la
misma, por todo el atrio de la iglesia si es posible.
Luego de estar varios minutos dentro observando todo aquello, salimos buscando el siguiente pueblo indígena...
Luego de estar varios minutos dentro observando todo aquello, salimos buscando el siguiente pueblo indígena...
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