Nos dirigimos hacia la cima del volcán, dispuestos a llegar a Unión Juárez directamente, sin embargo, tuvimos que hacer algunas paradas obligatorias; y es que no es para menos, el contemplar el paisaje mientras se va subiendo por la carretera provoca los deseos suficientes para detenerse y contemplar aún más de cerca la naturaleza. Nos detuvimos un rato en Santo Domingo, en la "Casa grande", para conocerla y preguntar sobre los precios y de esa forma acordar si nos quedábamos a comer ahí. Entramos muy tranquilamente, casi no había gente y eso propició que la atención fuera esmerada y cálida, así que pudimos permanecer cerca de 20 minutos para contemplar de lleno la casa.
Aquí está la familia: Alejandro, su tía Coqui, Osiris, La mamá abuela Rica, Xóchitl y Gabriela. Cuando entramos me dediqué a tomar algunas fotografías sin flash del lugar (no sé si permitan o no tomar fotos) para tener un recuerdo. Me gusta el acabado de madera, sin duda alguna es una joya arquitectónica de la época en que todo era de metal y no había más transporte terrestre que el ferrocarril (tengo entendido que esta casa perteneció a un cuñado de Adolfo Hitler o lago así).
Preciosa, ¿No?
Los interiores de la casa tienen ese sonido particular que emite la madera y la duela, ese rechinido que hace parecer alguna falla en la estructura y pone los sentidos alerta para cualquier caída momentánea. Sin embargo, nada pasa, tal vez uno sienta un poco de pena al hacer tanto ruido al caminar, esto le da un sabor muy particular a la estancia en esta casa.
Aquí están las mujeres de la casa (Los niños probablemente andaban corriendo o viendo desde el segundo piso la alberca que se encuentra hacia el lado sur): Mi mamá Rica, Gabriela, Xóchitl y Georgina. No estuvimos mucho tiempo, queríamos ir a Unión Juárez a beber un café; Así que nos dirigimos hacia allá pero hicimos algunas paradas en el camino.
Nos detuvimos en un punto de la carretera en el cual se encuentra un río, no me acuerdo del nombre, pero al menos el nombre del puente es "Monte Perla". Aquí el clima ya es menos caluroso que en Tapachula, pero aún así es un excelente lugar para pasar un día entero si se antoja; la vegetación provee el aroma a campo y el viento fresco hace automáticamente cerrar los ojos y respirar hondo para disfrutarle.
El río es de lo más impresionante, el agua todavía tiene el aspecto de estar fría y limpia, lo que invita a uno a darse un chapuzón. Me impresiona que todavía no hayan puesto mallas o algun puesto para cobrar entrada jajajaja y es que en realidad este lugar está tan lleno de vida, que parece increíble que todavía el hombre no lo haya destruído.
Y por supuesto señores! La cascada... Increíble en verdad, una caída de agua que lamentablemente no he tenido de cerca (espero pronto poder hacerlo) pero que se puede ver con una lente fotográfica más o menos decente. Me acuerdo que en el bautizo de Alejandro (Sï, el chamaco de las fotos de arriba) venimos a este lugar con la mayor parte de la familia; en ese entonces tomé algunas fotografías pero no con una cámara digital; pero ya estoy planeando ir en estas temporadas en que ando de vacaciones en la escuela.
Después de tomar aire fresco en este lugar tan bello, seguimos camino arriba y llegamos a Unión Juárez, pongo a continuación una vista hacia el Sur (el mar, que se nota con mucho trabajo desde esa distancia) para que mas o menos se den una idea de qué tan lejos andamos de la costa, recordemos que aquí en donde vivo tenemos selva, bosque, pantano, costa, montaña y algunos desiertos... que nos dejó el Stan. En la siguiente entrada pondré fotografías de Unión Juárez, no tengo mucho que decir ya que considero que podrían darse una idea de cómo me sentí estando allá por medio de las fotos. Si puedo hacer algún comentario oportuno, lo haré...
Nos detuvimos en un punto de la carretera en el cual se encuentra un río, no me acuerdo del nombre, pero al menos el nombre del puente es "Monte Perla". Aquí el clima ya es menos caluroso que en Tapachula, pero aún así es un excelente lugar para pasar un día entero si se antoja; la vegetación provee el aroma a campo y el viento fresco hace automáticamente cerrar los ojos y respirar hondo para disfrutarle.
El río es de lo más impresionante, el agua todavía tiene el aspecto de estar fría y limpia, lo que invita a uno a darse un chapuzón. Me impresiona que todavía no hayan puesto mallas o algun puesto para cobrar entrada jajajaja y es que en realidad este lugar está tan lleno de vida, que parece increíble que todavía el hombre no lo haya destruído.
Y por supuesto señores! La cascada... Increíble en verdad, una caída de agua que lamentablemente no he tenido de cerca (espero pronto poder hacerlo) pero que se puede ver con una lente fotográfica más o menos decente. Me acuerdo que en el bautizo de Alejandro (Sï, el chamaco de las fotos de arriba) venimos a este lugar con la mayor parte de la familia; en ese entonces tomé algunas fotografías pero no con una cámara digital; pero ya estoy planeando ir en estas temporadas en que ando de vacaciones en la escuela.
Después de tomar aire fresco en este lugar tan bello, seguimos camino arriba y llegamos a Unión Juárez, pongo a continuación una vista hacia el Sur (el mar, que se nota con mucho trabajo desde esa distancia) para que mas o menos se den una idea de qué tan lejos andamos de la costa, recordemos que aquí en donde vivo tenemos selva, bosque, pantano, costa, montaña y algunos desiertos... que nos dejó el Stan. En la siguiente entrada pondré fotografías de Unión Juárez, no tengo mucho que decir ya que considero que podrían darse una idea de cómo me sentí estando allá por medio de las fotos. Si puedo hacer algún comentario oportuno, lo haré...
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