:: Exposición de documentos históricos ::

La construcción de la calle que es adyacente a la casa de la cultura de Tapachula (antiguo palacio municipal) tiene algunas zonas un poco bruscas de andar. Puede que la casualidad haya decidido hacerme pasar frente al Museo Arqueológico del Soconusco esta vez, sí, ese en donde aquella vez fue la Exposición Gonzalo Utrilla. Como sea, vislumbré que en el interior estaba colgada una publicidad bastante peculiar; ni más ni menos se trataba de una exposición temporal (una de las dos o tres que generalmente se realizan al año) que mostraba documentos históricos del Archivo General del Poder Judicial del Estado de Chiapas (suena impresionante, ¿Cierto?).



“Vaya, esto luce interesante, ¿No te parece, querida?”. Al no recibir contestación de la D90, supuse entonces que afirmaba mi comentario, así que entramos a disfrutar del interior del museo.



Cada que visitas este lugar tienes dos opciones de admiración: Primero, las exposiciones temporales que se dejan ver apenas entrando, son de acceso libre a todo público. Segundo, el Museo del Soconusco (para abreviar), ese que permanece ahí desde hace mucho tiempo pero que pocos saben que existe y que cuenta con grandes vestigios arqueológicos encontrados a lo largo y ancho del estado, precio: tan sólo 31 pesos simbólicos y con la libertad de tomar fotografías (sin flash, claro) y andar todo el tiempo que gustes, tanto en la sala que está luego de las puertas de acceso, como en la planta alta, en donde el museo continúa.





Hoy te hablaré sólo de los documentos históricos, vamos a dejar lo demás para despuecito, que cada parte del museo bien merece tener su propio post. Estos documentos expuestos aquí, nativos de los siglos XVIII, XIX y XX han visto de cerca la historia de Chiapas. No pretendo darte una cátedra del contexto que tratan, tan sólo te hablaré como un admirador de los manuscritos antiguos.







¿Quiénes habrán sido dueños de tales manos capaces de plasmar una caligrafía tan hermosa? ¿Qué historia tendría cada uno de ellos? ¿Cómo, a pesar de algunos errores de ortografía -si nos ponemos en plan crítico- sucede que la estética del texto no se pierde en un solo milímetro? Benditas hojas de papel, que han tenido la dicha de ser conservadas y, luego de haberse manejado entre manos de mandatarios y personas ilustres, han acabado protegidas en vitrinas para darse a conocer a sus paisanos Chiapanecos.







Textos algunos de la época en que la revolución estalló; otros más presumiendo haberse creado en 1776, aquellos años mozos de “El Pensador Mexicano” y José Joaquín Fernández de Lizardi; uno que otro con la nota al pie de haberse firmado en San Cristóbal. Y cada texto, presumiendo trazos de cursivas y negras fuentes.





Envuélvete un poco en las páginas de la historia cotidiana de Chiapas. Pese a la dificultad de poder entender algunos escritos, hay guías textuales fuera de las vitrinas para saber de qué se trata cada texto. Anímate, no dejes pasar esta oportunidad, estará hasta diciembre, significa que aún tienes tiempo.





Déjate llevar, lee, analiza y reflexiona aquellos tiempos. Dibuja en tu mente los hombres de aquella época y recrea un poco su galanteo característico a la usanza de las costumbres simultáneas, y verás que mucho se ha cambiado, y que hay mucho por mejorar todavía. Quién sabe si alguno de ellos pensó que lo que para ellos fue tan sólo una palabra o una firma de importancia mundana, sea ahora un fiel testimonio de la historia de nuestro Estado.





Es aquí en donde entonces volteo y me digo: “Ahora recuerdo por qué insisto tanto en practicar mi tipografía para que luzca algún día como lo que ahora veo…”

Con gusto, te dejo la galería:



Acude, aunque lo dudes, lo vas a disfrutar mucho.