Domingo 27 de
diciembre del 2015. Me preguntaba si después de dos años el Paleoparque
seguiría igual, a lo que en resumen la respuesta en general fue un pequeño sí.
La parte del recorrido del Paleoparque en donde se camina y admiran algunas
características y réplicas de huellas o dinosaurios supuso no tener muchos
cambios, si a caso la inclusión en el recorrido de algunas referencias a
cactáceas y en especial de un par de raras y pequeñas plantas que llamaron mi
atención: Una de ellas supuestamente de donde obtienen los ingredientes para fabricar
los chicles Clorets, y otra que da un pequeño fruto muy amargo similar a una
cereza y que según es buenísimo para la diabetes.
Por su parte,
la locación del museo se ve un poco más organizada y con más muestras de
piedras, fósiles y animales disecados; creo que poco a poco los organizarán de
manera que puedan acomodarlos mejor e incluirles alguna tarjeta descriptiva
para así hacer más completa la estancia. Va avanzando poco a poco, y es
magnífico que suceda.
Lo que cambió
de manera notable, fue el recorrido a las cuevas de ónix. Cuando nos dirigieron
a la primera cueva se me hizo rarísimo la manera de entrar: Sólo era una
pequeña cueva que no alcanzaba el metro y medio de altura -qué curioso, no
recuerdo que alguna cueva tuviera una entrada así-, y con cierta extrañeza
entré un poco acurrucado y a medida que iba invadiendo la zona de oscuridad la
temperatura descendía de manera inmediata, dejó mi cuerpo de estar caluroso
medio para terminar bastante cómodo dentro de la cueva con un clima húmedo y refrescante
–casi pegándole al frío-.
Se oía un
cierto goteo proveniente de alguna parte, y no fue hasta que, en medio de la
oscuridad, la linterna se dirigió hacia donde se hallaba el agua y pudimos
darnos una idea del interior. Entonces supe que había estado ahí mismo dos años
atrás, lo supe al ver esas columnas y esas paredes, sólo que el nivel del agua
parecía haber subido y los senderos de caminata parecían haberse extendido.
Sin duda
alguna se trataba de la misma cueva, pero ahora la veía más grande en ese punto
por algún motivo. Podría ser acaso que al haber entrado por otra pared (cuya
entrada según recuerdo no estaba hace dos años) hayan extendido un poco el
interior… Pero, ¿Por qué? Si mi memoria no me falla esta cueva tenía una
entrada principal que no se limitaba a un agujero de menos de metro y medio de
altura; si no que tenía una mega entrada cuyo pilar lateral era ni más ni menos
que una labrada columna de la antigua mina, que protegía el techo y resguardaba
apenas entrando, a dos niveles de suelo correspondientes a la cantera, y en
éstos el de arriba teniendo una columna propia también para reforzar el soporte
hacia el techo por parte de columna principal; en fin, una belleza cuya fachada
todavía (por si fuera poco) se reflejaba en un pequeño lago de agua salada que
se formaba por el desbordamiento de la laguna interior y cuyo encharcamiento se
detenía afuera, justamente abrazado por las paredes rocosas del exterior de la
cueva. ¿Qué paso que no entramos por allá?
Y desde el
interior volteé a ver hacia donde apenas minutos atrás habíamos entrado, como
para intentar reconocer lo que había sucedido, pero quedé atónito; ahí, cerca
de la entrada, esparcidos en el suelo estaban millones de cristales miniatura de
sal brillando cada que un poco de luz les llegaba. Esa sal quedó encima del
suelo luego que el agua se filtrara y dejase solamente adobe (lodo seco y agrietado); parecía una vía
láctea titilante en medio de un suelo oscuro y frío. Era “arena cristalina”
suave y sí, sabor salada.
No había
contemplado tal cosa hace dos años, así que esta fue la parte positiva de saber
que ahora una nueva entrada existe; conocí un nuevo aspecto de las cuevas que
me pareció agradable, y otro no tanto: Resulta que parece ser que debido a
explosiones con dinamita hubo un derrumbe en la entrada principal de esta cueva
y dicha entrada quedó cubierta por capas de tierra y roca; se perdió esa
entrada, esa vista que era una postal formidable. Asuntos entre algunos de los
3 dueños de esta cueva (sí, es privada y se extiende a lo largo de tres
terrenos y cada uno de los dueños ha marcado su propiedad en el interior de la
misma mediante líneas en las paredes de la cueva) pudo haber sido la causa,
quién sabe, pues apenas escuché comentarios al respecto, pero es lamentable que
se haya perdido. Tuve la fortuna de verla y tomarle fotografías, y ahora sólo
queda eso. Ojalá en futuras visitas, como ahora, conozca más aspectos positivos
que negativos de este hermoso paraje.
Por cierto, ¿Alguien sabe qué dice este comentario en la libreta de visitas del Paleoparque?
Con gusto, te comparto la galería:
Por cierto, ¿Alguien sabe qué dice este comentario en la libreta de visitas del Paleoparque?
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