Viernes, 12 de Agosto de 2016. Al final, Rashteco, Cristian y yo concluimos que algo
habrá pasado, pero no sabemos qué... Todo estuvo listo: Llegamos hasta Talquián para
pretender tener un cielo despejado y oscuro, y lo tuvimos en su mayoría (había Luna
y ésta estaba del lado opuesto de la constelación de Cassiopeia, pero no
impedía la visibilidad); el equipo estaba preparado (pese a que en la madrugada
el frío hacía que se empañara el objetivo pero sólo bastaba una pequeña
limpieza para volver a estar al cien) y casi no había nubes (sí estaba nublado
pero por periodos de minutos se despejaba el cielo en la zona de interés) y
aunque no fue tanta la presencia de las perseidas (que se presumían serían
muchas por minuto) por lo menos vimos en esas tres horas (00:00 a 03:00 del 13
de Agosto) un promedio de 20 en total, pero con todo eso, ninguna salió en las
fotografías...
No es como que no se haya podido
realizar antes (inclusive capté una vez una desde mi casa y con bastante contaminación lumínica) pues las configuraciones de la cámara fueron las adecuadas y el
objetivo estaba calibrado bien; además de que el obturador muchas veces permaneció
abierto mientras veíamos cómo en la dirección a la cual éste apuntaba pasaba alguna estela de luz que eventualmente parecía el rastro que deja un fuego artificial; y cada vez pensábamos que le habíamos atrapado, pero...
Pero no. No se dejaron (aunque si se ven detenidamente algunas fotos, como que se aprecian lineas muy tenues de color blanco, pero eso puede ser mi Yo desesperanzado hablando), sin embargo siempre se recuerda y disfruta de toda la experiencia y por lo menos nos quedamos con fotografías de cielos estrellados... Ojalá que la próxima vez se logre el objetivo.
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