Sábado, 03 de Marzo de 2018. Tan sólo
con una casa de campaña, una cámara con su funda y una piernera con 4 cierres
para llevar cosas menores (Celular, cargador, dinero, cepillo de dientes, pasta
dental, pastillas, etcétera) me subí a la motocicleta de Hugo antes del
amanecer para irnos a Huehuetán. El plan era que a partir de las 06:00 de la
mañana nos reuniríamos con los demás miembros del grupo "Halcones del
asfalto", un clan de motociclistas recién formado en el que Hugo participa
liderando a los demás en el camino, para irnos hacia Villaflores a un evento
denominado Moto Fest Frailesca 4a. Edición, teniendo como anfitriones a Los
Vencedores de La Frailesca.
Luego de una espera prolongada en una
de las gasolineras de Huehuetán, los que faltaban llegaron; y al estar todos
listos y habiendo ya platicado el plan de la ruta a seguir y las distancias a
procurar entre cada uno de las motocicletas en el camino, nos pusimos en marcha
siendo alrededor de las 08:30 de la mañana. Para llegar a Villaflores
tomaríamos la ruta por Motozintla, así que debíamos dirigirnos hacia allá en
primer lugar.
Me tocó subirme a la motocicleta de
Denilson, él manejó mientras yo me dedicaba eventualmente a fotografiar el
camino, a los compañeros y al paisaje. La mayoría del tiempo nos mantuvimos
cerca de las demás motocicletas, por cuestiones de seguridad es un aspecto muy
importante a tomar en cuenta cuando se sale en grupo. Nos tocó ver un deslave casi
a la altura de la comunidad Belisario Domínguez (Motozintla), fue leve afortunadamente,
de manera que no pasó a mayores.
Algo constante en la carretera fueron
las curvas. Además de que las condiciones de la carretera no eran las mejores,
la velocidad se veía moderada debido a las muchas curvas que posee todo este
camino; a pesar que representó un factor de retraso, personalmente me permitió
procurar mejores encuadres a una velocidad austera estando encima de la
motocicleta. Llegar hasta el mirador de Motozintla en motocicleta fue algo que
no había hecho, y la verdad me sentí muy bien. Al llegar tomamos un ligero descanso
antes de proseguir en el camino, aún faltaba mucho por recorrer.
Continuamos por la carretera llena de
curvas y algunos baches, admirando un paisaje mezclado entre montaña y desierto,
como si estuviésemos atravesando la ruta de "El camarón Yautepec", sólo
que aquí viendo cómo eran cubiertas las cimas por las nubes de la mañana, un
paisaje digno de fotografiarse; hasta que llegó el momento del desayuno y nos
detuvimos a comer y a estimar el camino y tiempo que faltaban por recorrer, a
preguntar cuál era la mejor forma para llegar Villaflores y por qué puntos
habríamos de pasar primero. El siguiente punto a buscar: La Concordia, Chiapas.
Al ir dejando atrás el camino, el
paisaje fue dejando atrás las montañas y los cerros, y ahora mostraba llanuras
y relieves moderados si los comparamos con una montaña; y la vegetación lucía
un poco seca por partes, hasta que poco a poco se iba viendo más verde en el
próximo horizonte ¿El motivo? Quizá era porque nos estábamos acercando cada vez
más a la presa de La Angostura.
No sólo nos acercábamos a la presa, sino
que además la íbamos a atravesar. Esto no lo sabía, lo supe cuando vi que el
camino terminó y sólo teníamos agua frente a nosotros. Resulta que para
continuar el camino se tiene que atravesar dos veces la presa La Angostura, y
la única manera es usando el transporte llamado "Chalán" (Estructura
metálica en el que se suben los carros y es empujado por el motor de una
lancha). Así que tuvimos que esperar a que "El Chalán" regresara del
viaje que estaba haciendo, para poder subirnos en él y atravesar la presa.
Cuando el Chalán por fin llegó esperamos
a que bajaran los vehículos que venían en él, y nos subimos nosotros. Sobre el
Chalán se pueden comprar golosinas y bebidas para enfrentar el calor, la sed y
el hambre, mientras disfrutas el lento paseo hacia el otro lado de la presa y
te deleitas con el paisaje que te ofrece; no esperaba esto en el viaje, vivirlo
fue algo nuevo para mí. Y lo curioso, más adelante habría que hacerlo de nuevo.
Para cuando llegamos al segundo punto en el cual también se habrá de atravesar
la presa, pudimos notar la construcción del puente atirantado "La
Concordia". La magnitud del puente impresiona, y aún se ve chico en medio
de la presa; y mucho más pequeño desde fuera de ella, apenas la apariencia de
unos postes y ya, pero seguramente cuando esté terminado se verá mucho más imponente.
Una vez dejando atrás la presa atravesamos
La Concordia, Chiapas, y una vez dejando atrás la Concordia, nos despidió el
Cristo Pescador (33 metros de altura, ubicada en el cerro "El Raspado"
a 200 metros de altura) desde el punto más alto al salir del municipio. No
sabía que había una estatua así en la Concordia, me impresionó mucho.
El primer principio o regla que tienen
los "Halcones" es "Ayudar al prójimo en carretera"; lo cual
hicieron ya estando cerca de Villaflores, cuando a un par de motociclistas les
falló una motocicleta. al verlos a orilla de carretera, el grupo se detuvo y
les brindó la ayuda necesaria para que pudiera continuar en su camino, una vez
resuelto el problema, nos despedimos y cada quien siguió su rumbo. He aquí una
gran importancia de cargar con herramientas siempre en carretera; pues no
siempre hay que hacerlo en que uno mismo lo habrá de necesitar.
Mucho antes de llegar a Villaflores se
empezó a hacer notoria la región de La Frailesca (región económica y cultural que
se caracteriza por su alta producción agrícola y ganadera por lo que se le
considera el granero de Chiapas) al poder ver sus paisajes verdes y planicies
con relieves lejanos, sus tupidos pastos y los animales dentro de cada rancho a
ambos lados de la carretera. Cuando llegamos a Villaflores supimos que habíamos
llegado a nuestro destino con bien, con dos o tres paradas forzosas en el camino
debido a algunas fallas en las motocicletas pero nada que no pudiera arreglarse
ahí mismo. Al fin habíamos llegado al Moto Fest.
Una vez registrados aquellos que
desearan (y pagaran) para entrar a la rifa de dos motocicletas, entramos a
conocer el lugar. Es la primera vez que
veo tantas motocicletas en vivo; para los conocedores fue un desfile de marcas,
motores, velocidades, modelos, diseños, precios y accesorios; no sé mucho de
motocicletas (de hecho, nada) pero sí me di cuenta que mucha gente sí, y
estaban ahí reunidas muchas de esas personas; con sus motocicletas estacionadas
y hasta casa de campañas ya alzadas; al menos en la parte de afuera, mientras
que adentro, la fiesta ya había empezado: Había venta de tacos, cervezas,
aguas, caguamas, accesorios, cascos, playeras; y mucha gente reunida. En una
parte se mostraba una lona con todos los logotipos de los "clanes"
que se habían registrado, ignoro si todos llegaron, pero ahí en la lona aparecieron
todos. Gente de todas las edades y estilos se habían reunido en este lugar, eso
se me hizo muy interesante.
Hubo juegos de sillas, retos de baile,
entrega de reconocimientos a los líderes de cada "clan", ceremonia de
iniciación a un nuevo miembro de "Los Vencedores", peleas de box,
música en vivo, alberca, rifa de motocicletas, todo eso mezclado con quizás
centenas de motocicletas estacionadas afuera sosteniendo chamarras, cascos y
demás accesorios sin el riesgo de perderse.
Para el momento de la cena salimos a
rodar un poco por la ciudad hasta hallar un lugar para comer tacos, una vez
todos satisfechos nos regresamos a la Quinta para
ver un poco más de la fiesta y descansar, pues el viaje fue de horas y aunque
quizá no haya sido mucho tiempo o distancia, sí que me cansó, y me dejó
adolorido de las posaderas. Así que luego de la digestión venía la hora de
descansar para el día siguiente temprano regresar, o al menos así había quedado
el plan.
Para cuando amaneció, la niebla fresca
nos detuvo un buen rato antes que decidiéramos montar las motos ya para salir,
así que de haber planeado salir a las 06:00 de la mañana, salimos a las 09:30,
y hasta eso a buscar algo para desayunar para ir durante el viaje con algo en
el estómago y procurar no detenernos a medio camino a comer y tardarnos.
Llegamos al mercado, y luego de un café y un desayuno; proseguimos con el regreso, faltaba ahora solamente pasar a la gasolinera a cargar gasolina, checar llantas, verificar que todo iba en su lugar; y ahora sí, emprender el regreso pero no por la ruta que tomamos anteriormente, ahora se trataba de regresar por otro rumbo; se trataba de regresar por la carretera costera, de dibujar un circuito hacia Tapachula, y así determinar cuál de ambas rutas es mejor según lo que se busque.
Ambas rutas tienen su encanto, permiten disfrutar del viaje en motocicleta de una manera formidable.
Llegamos al mercado, y luego de un café y un desayuno; proseguimos con el regreso, faltaba ahora solamente pasar a la gasolinera a cargar gasolina, checar llantas, verificar que todo iba en su lugar; y ahora sí, emprender el regreso pero no por la ruta que tomamos anteriormente, ahora se trataba de regresar por otro rumbo; se trataba de regresar por la carretera costera, de dibujar un circuito hacia Tapachula, y así determinar cuál de ambas rutas es mejor según lo que se busque.
Ambas rutas tienen su encanto, permiten disfrutar del viaje en motocicleta de una manera formidable.
Con gusto, te comparto la galería:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario