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sábado, agosto 19, 2017

:: En la Piedra de Huixtla ::

Piedra de Huixtla (01)

Jueves, 10 de Agosto de 2017. Luego de desayunar a orilla de carretera en el Crucero de Huehuetán un par de tamales y café, compramos las provisiones necesarias para continuar ya sin pausas hacia la Piedra de Huixtla. Yo creía que tomaríamos una entrada que se encuentra en la carretera que va hacia Arriaga; pero en lugar de eso tomamos la desviación a Motozintla. En el punto carretero a altura del primer puente que pasa encima del río Huixtla, volvimos a desviarnos para pasar encima de tal puente, ya que este camino nos conduciría hacia la Piedra de Huixtla. De los tres caminos para llegar a la Piedra, el que tomamos quizá sea el más difícil. No lo supimos sino hasta el final de todo, y haberlo ignorado durante el inicio brindó un toque muy aventurero al asunto.

Piedra de Huixtla (03)

Piedra de Huixtla (10)

Piedra de Huixtla (12)

Por este camino hay que buscar llegar a un lugar al que los lugareños llaman "Piedra Canoa", una vez llegando te das cuenta que en realidad parece que su nombre es "Canoa de Piedra"; pero en fin, que siendo el siguiente pueblo en el camino no hay pierde si el nombre varía en el orden de las palabras; lo importante es que de aquí se sigue de largo buscando a la localidad de "Santa Rita Coronado".

Piedra de Huixtla (19)

Piedra de Huixtla (22)

Piedra de Huixtla (26)

Piedra de Huixtla (28)

Es difícil hasta para ir en motocicleta, hay partes en las que debes empujar la moto porque no hay manera de que ésta te suba; y no es tan sencillo como caminar y ya, pues puedes resbalarte con mucha facilidad en cualquier parte del camino; con maña y mucha paciencia, se logra superar este tipo de condiciones. A medida que nos acercamos a esa localidad, vamos subiendo en el relieve hasta llegar a un punto donde reina la neblina; es un espectáculo muy bello, te hace pensar que de repente apareció ahí. Y sin darte cuenta se va desvaneciendo del camino hasta que regresa todo a estar despejado; es ahí cuando te das cuenta que has llegado por fin a "Coronado" y que el camino para ir a la piedra está trazado de manera muy clara.

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Este último camino es mucho más corto y en mejores condiciones, te permite llegar a la entrada de la zona y poder apreciar poco a poco la aparición de la piedra entre las ramas de los árboles y las piedras al azar; y sí, es enorme; me resultó difícil procurar hacer una toma que la tuviera completa y que no fuera a larga distancia. Rodeándola poco a poco por el sendero que está incrustado, puedes darte una idea de qué tan grande es y por qué hablan mucho de ella, es una cosa que tarda en ser procesado por la mente.

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En lo que estás viéndola y procurando hallar un punto desde donde tomar una fotografía en la que pueda caber bien y notarse su forma, le rodeas y detenidamente la juzgas, te haces preguntas y te impresionas; ya luego cuando te das a la tarea de investigar un poco te enteras que tiene una altura de 120 metros, un diámetro de 600 metros, y es la segunda piedra más grande del mundo después de la de Brasil.

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Piedra de Huixtla (70)

Entre los datos que le rodean existe la leyenda: Desde Chiapa de Corzo, un brujo fue por una campana a Guatemala, pero para ello buscó la ayuda de un hombre corpulento llamado "Juan No". Al llegar a Guatemala y encontrarse con otro brujo, el segundo le dio una campana de metal y una condición: Llevar desde Guatemala a Chiapa de Corzo la campana pero por ningún motivo ésta debía tocar tierra. Pasaron por Tapachula, Huehuetán, Tuzantán, pero cuando llegaron a Huixtla decidieron descansar un poco, y les ganó el sueño. Al día siguiente la campana ya había tocado tierra, y eso provocó que se convirtiera en una pieza de piedra que creció en su dimensión. El brujo maldijo a "Juan No" destinándolo a cuidar por la eternidad a esa piedra que una vez fue campana. Por tal motivo mucha gente no se anima a visitar o acampar de noche en este lugar, pues hay testimonios que aseguran haber visto a "Juan No" en un caballo, portando ropas de color negro, cuyas aberturas permiten apreciar que este ser tiene una pata de gallo y una pata de caballo, relacionándolo con la leyenda de "El sombrerón".

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Piedra de Huixtla (74)

Piedra de Huixtla (75)

Piedra de Huixtla (76)

Debajo de la piedra principal y a su lado, hay otras piedras; en la parte de abajo se forma una entrada a una cueva que parece ser un recinto de culto tanto para el aspecto positivo como para el negativo; pues se dice que de día a veces hay ceremonias de personas que vienen a cargarse de energía o a ofrendar algo a la piedra en nombre de Dios y sus derivados; mientras que en la noche a veces llegan a dejar algún "trabajo" de brujería a manera de ritual (sólo que en las noches parece ser poco probable atestiguar algo así, ya que pocos se atreven a permanecer a tales momentos allí cerca de la piedra). Como sea se observan veladoras, bolsas, cajas, letras escritas en las paredes con diferentes palabras; lo necesario para ponerte a pensar sobre el misterio que se encierra en este increíble lugar.

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Y pasando de largo este "santuario", se halla el camino que conduce hacia la falda de la piedra principal, identificable fácilmente porque se ha adecuado una escalera metálica capaz de llevarte lo más cerca a la cima, y en cuyo trayecto se aprecia panorámicamente la ciudad de Huixtla. Da vértigo, cuidas tus pasos, enfocas la vista y te mueves lentamente, y cuando vuelves a recordar que la descomunal está piedra justo detrás de ti, regresa el vértigo y la adrenalina; es muy emocionante.

Piedra de Huixtla (91)

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Cuando regresamos, no lo hicimos por el camino que habíamos tomado antes; pues era demasiado sinuoso como para pensar volver por él sabiendo que había alternativas. lo hicimos buscando la ruta que va hacia un ejido llamado "El retiro", que es un camino en mejores condiciones y conduce a la carretera que va desde Motozintla a Tuzantán/Huixtla. A pesar de haberse bajado de aire una llanta y tener que caminar por algunos kilómetros, para nada aminoró el gusto en esta travesía. Ahora con más conocimiento de las condiciones y el tiempo para llegar a la Piedra, seguramente la próxima vez será más fácil...

Piedra de Huixtla (97)

... Por lo menos eso espero...

Con gusto, te comparto la galería:

martes, agosto 01, 2017

:: Conociendo la barra "El palmarcito" ::

Palmarcito (01)

Sábado, 01 de julio de 2017. La cercanía del manglar con la carretera que lleva hacia la barra "El palmarcito" (en el municipio de Pijijiapan) me pareció algo muy atractivo; y es que, a pesar de haber estado ya en lugares con estas características allá en Mazatán, aquí la cercanía se reduce a quizá un par de decenas de metros, lo que significa que puedes bajarte del auto, caminar unos cuantos pasos y llegar al manglar para apreciarlo de pie desde el suelo firme; o bien si lo prefieres, desde el interior de uno de los muelles que han sido levantados a cada ciertos metros uno de otro con el fin de brindar una confortable estancia.

Palmarcito (03)

Palmarcito (04)

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No sé si existan estos muelles allá en las barras de San José o San Simón en Mazatán, espero que sí. Son muy prácticos y por ellos mismos adornan el paisaje y las escenas tardías; son muy útiles ya sea que quieras comer, dormir, descansar, o fotografiar desde su interior; y la maestría con las que han sido construidos nos hablan de una experiencia muy orgánica y local, pues la materia prima ha sido conseguida a unos cuantos metros a la redonda.

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Palmarcito (09)

Palmarcito (10)

El camino carretero se halla adornado con estas paradas cuyos cimientos en el interior del agua soportan a una plataforma que se pronuncia desde tierra firme hasta unos metros agua adentro; esto contrastado con palmeras, lanchas, canoas, manglares, césped y palapas te brindan la seguridad que estás en una zona costera mixta, pues no es sólo arena y mar lo que habrás de ver aquí.

Palmarcito (11)

Palmarcito (13)

Palmarcito (14)

Y ese pensamiento te acompaña hasta el final del camino, allá donde la carretera termina y ya no puedes continuar, allá está todo reunido; por un lado el mar y su infinitas olas, y del otro el manglar con sus infinitos verdes, y en medio de ellos, como un espejo viviente, una bocabarra cuya marea crece y disminuye, pero no abandona.

Palmarcito (16)

Palmarcito (18)

Palmarcito (19)

En esta parte más alejada de la barra se ubica, luego del final de la carretera, una zona de descanso donde hay muchas palapas para los visitantes, y con la libertad de usarlas y cuidarlas ellos permanecen inclusive toda la noche para descansar, mientras pescan, platican, se bañan o conviven de alguna otra manera. Algunos pescarán desde la playa hacia el mar o el manglar; mientras otros aprovechan una pequeña y empedrada isla a escasos metros de distancia para posarse sobre ella y desde ahí tirar anzuelo. Algunos locales quizá emprendan la aventura a base de canoas o lanchas para poder pescar mar adentro y de manera tranquila.

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Palmarcito (21)

Palmarcito (23)

La actividad de la pesca no cesa; las figuras bien definidas de las personas durante la tarde se van oscureciendo a la par que el Sol se va hundiendo en el horizonte, provocando que poco a poco se conviertan en siluetas y pierdan su identidad inicial y ahora sean un acertijo a contraluz fundidos con el agua, la arena y el cielo; y mientras tanto, la luz juega graciosos efectos que pocas veces se tiene oportunidad de admirar...

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Palmarcito (26)

Palmarcito (27)

Y fijando la vista a un solo punto, con cada minuto el cuadro se va pintando diferente; cambiando a cada trazo su tonalidad y su forma, formando escenas vivientes que arrojan ilusiones sobre la arena ya vuelta un espejo cuando el agua la acaricia; reflejando fragmentos cristalizados y fundidos del cielo en lo que parecería ser una aurora boreal sobre conchas de mar y ceniza volcánica.

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Palmarcito (32)

Y así va jugando el escenario a medida que oscurece, aprovechándose de las últimas fuentes de luz para crear sueños lúcidos que materializan el concepto de armonía y de paz, hasta que dichos sueños se oscurezcan y se marchan poco a poco en lo que la oscuridad atrapa al todo, y una vez el todo atrapado en la oscuridad quizá aquellos sueños se vuelvan pesadillas y busquen violentamente vencer a la oscura noche... Y es así como nacen los relámpagos, como gritan los rayos, como llora el cielo y cómo grita el viento; traduciéndose todo en una tormenta fuerte, constante, alarmante, viviente... Y nuevamente la luz lucha por permanecer, en medio de una batalla majestuosa más allá de todo lo alcanzado por el hombre... 

Palmarcito (30)
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