Salí la media noche del día sábado 09 de Enero para Tuxtla Gutiérrez. Motivo: recibir el lunes
El frío era intenso, vaya que lo era; viajar de Tuxtla a San Cristóbal no parece tan frío cuando aún permaneces dentro del transporte, pero espera sólo a bajar: Las manos te duelen, el vaho se escapa a cada impulso de habla de tu boca por ese temblor corporal incontrolable y el rechinido de los dientes te chocan con más frecuencia en el rostro; no hay duda, estábamos, según el termómetro de la terminal, a 3° C nada más.
La hora de llegada (digamos, 7:30 a.m.) fue propicia para caminar y disfrutar de esa temperatura monstruosamente deliciosa; yo temblaba, por supuesto, y la nariz me ardía a cada respirar, claro; pero el goce de estar ahí nuevamente era mayor que toda penuria física que pudiera venir. Caminamos lentamente, de paso nos topamos con
Después que la brisa nos cedió paso un rato, el siguiente punto a visitar fue
Fuera de la catedral, el frío no se escondía y motivaba a la gente a disfrutar de una bebida caliente; entramos postergando beber algo caliente, sin anticipar nuestro saber a que adentro la temperatura es más agradable y la atmósfera mucho más solemne que allá afuera.
Caminando de puntas para no hacer ruido, cargando mi mochila de alpinista, mi chaleco verde guardando mis teléfonos apagados por respeto, mi cámara sostenida con ambas manos y configurada para hacer tomas en silencio y sin flash, y mi gorra quitada por protocolo eclesiástico y cultural; me desplacé por el área más apropiada para no interrumpir con mi curiosa visita la primera misa del día…
Pudimos admirar el interior en la mayor parte de la iglesia, estar ahí y tener de frente tales obras magníficas y detalladas es verdaderamente cósmico; deja la teología a un lado, deja la fe del otro por un instante y céntrate en la maravilla que las manos han hecho, han pulido, y que a través del tiempo se han conservado para venerar y atestiguar la presencia de un ser todopoderoso… Así es la catedral de San Cristóbal de las Casas, Chiapas…
Con gusto les comparto la galería…
Bello en verdad, pero no es todo, faltan todavía más lugares…
4 comentarios:
Es increible el legado arquitectónico que dejarón en los solo 350 años que los españoles dejarón en lo que fué el virreinato de La Nueva España, estar ahí en un momento dado pareciera que es caminata por los caminos de España.
Gracias por compartirlo Eduardo.
Mucha belleza-
Como siempre, excelentes fotos. Un viaje virtual y gratis para nosotros. Gracias.
FELICIDADES AL DOBLE! Primero por tu merecida asignación a este puesto en Educación, vaya que se necesita gente preparada ahi, y quien mejor que tu para ese puesto, te deseo lo mejor y echale muchas ganas para que tu trabaj te avale, no caigas con el tiempo en los vicios y corruptelas de los empleados gubernamentales!
Y vaya! En serio que bonitas fotos, tienes buen tino para escoger los mejores angulos y tomas, te felicito, ya cuentas con un portafolio medianito en eso de las fotos y claro que todas muy buenas.
Enhorabuena paisano y èxito hoy y siempre!
Ricardo Marin:
El recorrido me transportó por un momento a un punto histórico del que jamás supe; y que ahora no sé; era como haber viajado en el tiempo pero no saber exactamente a qué punto histórico; la magnificencia del espacio y la orgía de luces que abrazaban la ceremonia era como estar en una película de las de antes, de aquellas que marcaron época. El eco, la solemnidad, la fe de la gente y los espacios silenciosos de los rincones de la catedral, te atrapa; es mágico.
Jaime Rivera:
Es un placer compartir con ustedes mis andanzas Jaime, realmente lo es.
Dr JJ Estrada:
Gracias Doc! Lo que más trabajo me costará es precisamente lo que mencionas, no caer en los vicios y contaminación más usuales de la burocracia de nuestro país. Me esfuerzo para aprender sobre fotografía, creo que poco a poco vamos mejorando las tomas; y eso, Doc, es con el propósito de ofrecerles buen material dentro de los contenidos de este Blog.
Gracias por sus comentarios XD!
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