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viernes, octubre 31, 2008

:: Mi calaverita ::



"Calaverita a Edvart"


En Tapachula dicen que caminaba
una mujer emocionada
buscando a Edvart el ingeniero

que huía del panteonero.

La huesuda se meneaba
al caminar por la playa
pues a ver que agarraba
dos que tres les caía la baba.

Un vestido muy coqueto
la calaca presumía
a Edvart el que huía
y a un tal Neto.

Edvart temblaba de miedo
la calaca que fea estaba
habia perdido un dedo
y un ojo le bailaba.

Pobrecito mi amiguito
este año se escapó
pues a la linda Huesudita
los ojos le tapó.

No es mi fuerte las calaveritas

pero con cariño escribo hoy
para un niño Chiapaneco
a quien estimo mucho yo.



Saludos Edvart, ojalá te haya gustado, saludos Queretanos.
tu amiga,
VIDA LUZ.


Muchas gracias Vida Luz !!! XD... Me encantó :D

jueves, octubre 30, 2008

:: Contemplando a Orión ::


En este mes particularmente puedes ver cómo en el lado este de la ciudad se levanta poco a poco a un ritmo lento pero complaciente; la constelación que más podrías quedar observando cuando admiras la bóveda celeste.

Podría mostrarte sus datos técnicos y mitológicos pero no tiene caso hacerlo, eso ya está más que leído en Internet. Quiero contarte del porqué me fascina esta constelación…

Por principio de cuentas, fue la primera que conocí desde que recuerdo que tengo memoria; y siempre pregunté a mi padre sobre esa gran figura de caja con tres agujeros en el centro y la similitud que tenía con la caja que recibió “El Principito”, la cual contenía un cordero en el interior.

Hoy, a las 10 de la noche; después de llegar del trabajo, caminé por el pasillo de la casa y levanté ligeramente la vista hacia el claro cielo despejado que hoy se nos ha regalado por la naturaleza; olvidé caminar y me detuve, abrí los ojos y respiré lentamente como si me estuviera anticipando a la llegada de algo honorable; y lo era, en verdad lo era: Mirar durante una eternidad de 10 segundos a esa constelación que me provoca una mezcla de sensaciones cuya descripción sería totalmente explicada si vieras la expresión de mi rostro estando ahí en ese momento. Lamento que no la verás…


Básicamente, esas cuatro estrellas formando un rectángulo, en cuyo interior se mantienen tres más formando una fila con espacios constantes entre las del extremo y la de en medio, son una de las miles razones que tengo para escribir. La forma en que sobresalen en el espacio aún cuando hay más constelaciones alrededor, es impactante. La manera en que puede hacerte dejar un momento este mundo y viajar al universo contenido dentro de tu mente para sentirte insignificante, es aterrador.

Seguí viendo el cielo y a las demás constelaciones que dejaban orgullosas mostrarse en esa gran capa oscura sin nubes, pero siempre mis ojos regresaban al origen, a Orión. Y ahí seguía, tal como la recordaba hace 10 segundos, tal como había sido hace 10 minutos o hace 10 años. La misma impactante sensación al verle, la misma belleza entre sus trazos y la misma reflexión sobre lo insignificante que soy aún teniendo el poder del razonamiento entre mis limitados atributos mortales.

Tan cerca se ve, y no puedo aún percibir la magnitud de la distancia a la que se encuentra en realidad. Más que verla y dedicarle varios años de contemplación durante mi vida, nada puedo hacer; y es tan terrible no poder hacer algo para poder tenerla entre las manos, o ser un gigante cósmico con la capacidad de tomar cada una de sus pequeñas esferas de luz y colocarlas en la palma de mi mano mientras les contemplo con detenimiento feroz, que mejor trato de no pensar en ello; aunque siempre vuelvo a experimentar dicho deseo.

Es más que un conjunto de luces lejanas y más que la mitológica historia dibujada con la imaginación; incluso es más que la constelación más conocida del mundo; es parte de tu existencia. Porque por más que lo intentes, no podrás observar el cielo de noviembre sin detenerte a verla durante al menos 10 segundos. Algo tiene de mágico que provoca tal hundimiento, tal vez sea su forma, o la distribución de sus estrellas, o puede que sea la luminosidad de ellas; o simplemente, ese misterio que encierra el preguntarse cómo es que “alguien” puso estratégicamente a esas estrellas para cautivar los ojos de las personas en una alineación tan perfecta y en una distribución tan ideal, tan básica, tan minimalista y a la vez tan completa.

Espero tengas la oportunidad de valorar lo que significa admirar el cielo, porque sabrás que es una gran forma de tranquilizar tu corazón y de analizarte a ti mismo. Puedes en ello encontrar refugio y consuelo, consejo y juicio, melancolía e inspiración; y aunque no lo creas, puedes encontrar sentimiento de inmensidad e insignificancia, de nobleza y de grandeza, de poder y de humildad; de ser humano y de ser Dios…


Mírale, aunque sea unos segundos; y si no te complace, busca otra constelación. Nadie puede existir dentro de este mundo si no tiene a una constelación que sea su confidente y su fuente de inspiración…

Orión, entre muchas más preciosas también, es la clase de constelación que logra robar tu atención por casi una vida entera…

miércoles, octubre 29, 2008

:: Turn you name into a face ::



Supe en una de esas andanzas por la red, de una página que convertía tu nombre en un rostro (me gusta probar ese tipo de páginas con cosas así), según los caracteres que componían a la(s) palabra(s) ingresada(s). Me pareció curioso el ver mis resultados:







Creo que al que mas me parezco es al número ..... hmmmm.... sabeer! jajajajaja

... A ver qué tal te va a ti… XD

sábado, octubre 25, 2008

:: ¿Dolar a 125? ::



Entramos a una tienda de esas que abundan aquí en Tapachula, Tágano, César y yo. Después de solucionarnos una duda sobre el nombre del cantante que cantó con Amaya Montero la canción esa de “Me muero por suplicarte, que no te vayas mi vida…” y comprar unos cigarros (que no eran para nosotros, me consta) vimos este anuncio que nos puso en una posición bastante alarmante (en realidad nos empezamos a c4g4r de la risa jajajaja): “Recibimos su Dólar a: 125.0”…



¡Vaya! Yo sabía que la situación de la crisis estaba canija, pero nunca me imaginé que a tal extremo…

No llevaba la cámara, así que tomé la foto con el celular; rápidamente puedes darte cuenta que esto es tan chafa que ni el cable tengo como para haber obtenido la foto y colocarla en mi computadora (y, por consiguiente, aquí), pero… En estas épocas de crisis… ¿Qué Ch1ng4d0s importa?



Por lo menos hay gente que toma la crisis con algo de humor jajajaja…

domingo, octubre 19, 2008

:: Manuales PDF.es ::



Hoy me acabo de topar con esta web, en donde puedes encontrar manuales en formato PDF de varias aplicaciones. No lo he probado aún porque mi conexión no es lo suficientemente rápida como para descargar en un momento un archivo de 11 MB (Un manual de Windows Server 2003). Sin embargo, en cuanto disponga de tiempo dentro de mis labores empresariales; procuraré descargar varios manuales, que al parecer están en su mayoría alojados en rapidshare.com



Y sólo necesitamos un descompresor de archivos .RAR y un visor de ficheros PDF, tal como nos meciona la página:



Una web bastante útil!!... XD

jueves, octubre 16, 2008

:: Tapachula 6.6 Richter::


Estaba en mi escritorio de trabajo, cuando sentí durante varios segundos ese movimiento estresante de un temblor, tardó tiempo en desvanecerese y al final de la primera sesión se intensificó. Luego, cuando pensé que había acabado, regresa y continúa con una réplica de menos duración en tiempo pero de casi igual intensidad de movimiento...



El servicio de FEDDJIT Live registró algunas búsquedas de este temblor que casualmente llevó a los usuarios a este Blog, por eso me decidí a poner un poco de información sobre este suceso:

:: Temblor de 6,6 grados Richter sacudió parte de México y Guatemala ::

Un fuerte temblor de 6,6 grados Richter con epicentro en el océano Pacífico frente a la frontera entre Guatemala y México provocó hoy el pánico en ambos países y El Salvador, donde hasta el momento no se han reportado víctimas ni daños materiales.

México. AFP.

El sismo se produjo a las 19H41 GMT a 97 km al sudoeste de Ciudad Hidalgo, en Chiapas, ubicado en latitud 13.59 y longitud -92,91, reportó el Servicio Sismológico Nacional mexicano (SMN), que ubicó la magnitud en 6,6 grados Richter.

En México el movimiento telúrico se sintió con mayor intensidad en Tapachula, Chiapas, y en la zona costera de ese estado, "donde la gente salió corriendo a las calles", pero a pesar de la intensidad "sólo fue suspendido el servicio telefónico", dijo a la AFP Herbert Schoeder, titular de la oficina Protección Civil local.

"De acuerdo a los reportes de las bases de radio que tenemos el temblor tuvo una duración de 19 segundos y, a pesar de la magnitud, en Tapachula no se reporta ninguna novedad, no hay reportes de víctimas ni daños", dijo a la AFP Herbert Schoeder, titular de Protección Civil en Tapachula.

Autoridades de El Salvador y Guatemala reportaron igualmente escenas de pánico entre sus habitantes.

El sismo fue producto de un movimiento en la Placa de Cocos ubicada en el Pacífico, en la costa oeste de América Central, explicó Silvia Ramos, directora de Monitoreo Sísmico y Volcánico de Chiapas.

La Placa de Cocos libera con frecuencia energía de manera brusca, impactando a los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca y a algunos países de América Central, con magnitudes de 3,8 a 4,5 en la escala de Richter, aunque a veces "puede registrarse un sismo de mayor intensidad, como el que tuvimos" el jueves, añadió.

Ese mismo día se reportó en Chiapas otro temblor de baja intensidad, 4,0 grados en la escala Richter, mientras que el miércoles se registraron otros dos sismos, ambos de 3,8 grados.

Fuente: Aquí

:: AVISO ESPECIAL 3:00PM CTM ::

Ha ocurrido un sismo de fuerte intensidad en la zona costerá del sur de México, el epicentro de este movimiento telúrico de 6.6 grados en la escala de Richter se ubicó a 40 km al sur suroeste de Tapachula, Chiapas, Mexico, 105 km al oeste suroeste de Quezaltenango, Guatemala, 205 km al Oeste de GUATEMALA CITY, Guatemala y a 900 km al sureste de la CiUDAD DE MÉXICO, D.F., Mexico.

Este potente sismo de 6.6 grados richter no tuvo mayor repercución debido a que fue oscilatorio, sin lugar a dudas, nuevamente corrimos con suerte debido a que tomando en cuenta la intensidad no existen daños que lamentar.


Puede ver el epicentro del sismo en google Maps aquí.

Si desea reportar el sismo hagalo aquí

Fuente: Aquí

Y a tí... ¿Dónde te agarró el temblor?

miércoles, octubre 15, 2008

:: ¿No a las revistas? ::



En cierta tienda “OCZO”, cerca de cierta “UniVerGidad”, pude ver, mientras bebía un jugo de naranja con pulpa, un anuncio que me pareció bastante curioso (no es que no entendiera la intención, simplemente me sorprendió la forma de expresar la idea…).


Insiste en que no leamos revistas, pero aún así, nos ofrece algunas para entretenernos… WTF?!!

¿O será que sólo podemos comprarlas para usarlas en el baño (aún dentro de la norma de no leerlas…) ?

martes, octubre 14, 2008

:: Hay ciertas cosas... ::



Después de salir a hacer ciertas cosas, reflexiono…

En general, a mi punto de vista, hay ciertas cosas que dejan mucho qué desear…

1.- Hace ya más de una semana este semáforo (ubicado en una de las avenidas más transitadas de la ciudad) que está todo jodido, es más; ni semáforo es, tan sólo ha quedado la estructura. Y hasta hoy fue que se dignaron a colocar una oficial de tránsito para que controlara la circulación (había estado siendo todo un pinche lío). Este oficial de tránsito, a pesar de la problemática, tan sólo permanece en actividad durante la mañana y el mediodía; en la tare y noche, el caos vuelve a envolver a los automovilistas.


2.- Los baches de la ciudad son exactamente los mismos de siempre, la misma magnitud, el mismo sitio, los mismo charcos; simplemente hay “épocas” en que se “destapan” y temporadas en que se rellenan de nuevo.


2.1.- Sólo cuando ya se ha visto que el bachecito es un verdadero problema, entonces sí se aplican a rellenarlo, mientras tanto hay que rodearlos o sufrir los movimientos chistosos que hace nuestro asiento mientras lentamente atravesamos la imperfección carretera.


3.- La falta de respeto por la vía pública y lo que implica ésta. Es decir, las banquetas son parte del espacio en donde las personas (peatones) tienen derecho (y obligación) de transitar; creo que al menos así está legislado en algún documento (aunque la mera neta no me consta). Pero, hay ocasiones en que esto parece no ser respetado por algunas casas y/o negocios. Toman y tratan a la banqueta (la acera) como si fuera parte sólamente del espacio habitacional.




En fin, sólo es una reflexión...

domingo, octubre 12, 2008

:: "El Carretero" ::


Lacho tendría unos doce años de edad y allá por los meses de Diciembre, Enero y Febrero se dedicaba, con su hermano, a vender panela. La compraban en el municipio de JIQUIPILAS y la vendían en LA FRAILESCA, municipio de VILLAFLORES y VILLACORZO.

Salían del ejido MICHOACÁN en JIQUIPILAS, Chiapas; rumbo a LA FRAILESCA. Su primera jornada era parar y descansar en la colonia LUIS ESPINOSA; la segunda por CANCUC, cerca del pueblo CRISTÓBAL OBREGÓN; la tercera y la última en el rancho EL RECUERDO DE MARÍA, propiedad del señor FRANCISCO CABRERA, cerca del ejido TENOCHTITLÁN.

De ese rancho Lacho y su hermano salían a lugares cercanos a vender panela o a cambiarla por maíz o frijol.

Cuando habían vendido la panela, se dedicaban a comprar maíz y revenderlo en las fincas de BARRANCA HONDA o SAN JOAQUÍN.

Del rancho EL RECUERDO DE MARÍA a SAN JOAQUÍN o BARRANCA HONDA, se hacían dos jornadas de camino. Se partía a las diez de la mañana del rancho y se sesteaba (descansaba) en SAN LORENZO como a eso de las nueve de la noche. Se continuaba la marcha en la madrugada, como a las dos de la mañana y se vendía el maíz en BARRANCA HONDA o en SAN JOAQUÍN y se regresaba a SAN LORENZO cuando ya había amanecido. Ahí se sesteaba nuevamente y ya a mediodía se reiniciaba la marcha hasta llegar al rancho EL RECUERDO DE MARÍA a eso de las ocho de la noche.

Todo esto se hacía en Diciembre, Enero y Febrero; temporadas de cosecha de panela, maíz, frijol y calabaza.

Durante esos viajes de llevar maíz a vender y a veces tan sólo para ganar el flete de la carreta y yunta, Lacho observó que cerca de la finca SANTA MARÍA, VILLAFLORES, Chiapas; a eso de las dos de la tarde, a unos treinta metros de distancia, solía cruzar en el camino una culebrita, una sierpe de unos noventa centímetros de longitud. Y, casi todas las veces que Lacho pasaba por allí, arreando sus bueyes, la culebrita se atravesaba y cada vez que esto acontecía, a Lacho le iba bien, pues vendía a buen precio el maíz y no sufrían ningún mal accidente; pero cuando aquel animalito no se atravesaba en el camino de Lacho, no le iba muy bien. A veces le iba mal, por lo que para Lacho y su hermano era de mucha importancia que aquel reptil se atravesara en sus caminos.

En cierta ocasión, cuando Lacho iba con su mercancía, llevaba los ojos bien atentos para ver si se aparecía la culebrita. Del reptil esperado no se veía ni los polvos, el ansia invadió a Lacho, el trayecto donde el reptil cruzaba, ya lo estaban dejando atrás. Lacho pensó que en ese viaje no habría culebrita y el viaje sería malo o cuando menos no le iría bien…

Repentinamente, con gran asombro y júbilo vió que de entre el gramal, a la orilla del camino, zigzagueando con mucha prisa, abriéndose paso entre el llanito, iba la culebrita, aquella bien esperada culebrita. Heraldo de la fortuna y esperanza; señal del buen agüero.

¡Ahí va! —dijo Lacho— ¡Ahí va atravesando el camino! —gritó su hermano—. Pues mucha necesidad había para que les fuera bien, porque Lacho y su hermano andaban en pos del sustento de una familia numerosa. —¡Ahí va nuestra culebrita! — gritaron al unísono…

—Pero, ¿Qué está haciendo la culebrita?
—¡Mira! La culebrita se arrepiente en darnos buena suerte.
—¡La culebra se regresa!— Apenas llegó a la mitad, entre las dos rodadas.
—Sí, ya nos fué mal.
—¡Qué malo estuvo eso! ¿Por qué se regresaría?
—¿Qué nos irá a suceder en el camino?

Aquella culebrita formaba parte de la vida de Lacho, como carretero. Siempre que emprendía un viaje en su carreta, Lacho iba listo para ver alguna culebra que se atravesara en su camino.

En esa ocasión la culebra se había regresado, quizás no había querido que a Lacho y a su hermano les fuera bien.

Lacho quedó triste, pensativo, era muy supersticioso. Guardó silencio y pensó en sus hermanos, en sus padres, en aquella familia tan numerosa que con mucha resignación esperaba que Lacho y su hermano regresaran al mes o a los quince días, llevando al hogar un poco de dinero para las necesidades más urgentes...

—Iremos con mucha precaución —dijo Lacho a su hermano—.
—Tendremos buen cuidado de la yunta.
—Ojalá que no se quiebre el eje.
—Dios quiera que no se desbarranquen los bueyes.
—Sí, aunque no ganemos en la venta del maíz.
—Sí, me conformo con perder únicamente el flete.
—Volveremos a comprar más maíz.
—¡Qué duro es ser pobre y no tener de dónde sacar para vivir!
—Que Dios cuide nuestro camino.

Lacho siguió su camino, picando a los bueyes con la puya, dándoles de vez en cuando de chicotazos, para avanzar más, para ganarle más terreno al camino durante el día...

Serían las dos de la tarde, los bueyes seguían el paso lento, paso de buey viejo. En el camino iban dejando la bosta fresca, decorada con granos de maíz y trizas de totomoztle (doblador, chala) producto del molcate (mazorca pequeña que no alcanzó su pleno desarrollo) que había sido la cena de la noche anterior.

El camino estaba perfumado por la flor de espino (espino cerval), aquellos árboles ramnáceos, que en esos días estaban en su plena floración, se adornaban de esferitas diminutas y amarillas, cuyo aroma trascendía por todo el camino y como fondo musical tenían el zumbido de las abejas que ocupadas en recolectar el polen y néctar de las flores, fabricarían la miel del tiempo.

A los lados del camino, quizás a unos seis metros de distancia, a cada lado, los campesinos y el dueño de la finca SANTA MARÍA habían cerrado con alambres de púas, con tres hilos que sostenidos por postes protegían las tierras de cultivo; en donde se había sembrado: maíz, frijol y calabaza. En ese tiempo la parcela sólo mostraba el rastrojo, pedazos de caña de maíz que denotaban las bondades del año con una abundante cosecha. Una que otra calabaza que había sido olvidada o se había escapado al efecto de la recolección y que se mostraba dentro del rastrojo.

Las palomas “alablanca” y las palomas llaneras ó rastrojeras buscaban de entre la gavilla trillada los maíces que aún quedaban después de la pizca. Las “cuichis” (codornices) caían en parvadas al rastrojo en busca también de tan apreciado grano, o se atravesaban en el camino en veloz carrera bajo el alambrado. Muchas veces las “cuichis” formaban parvadas hasta de veinte aves que espantaban al transeúnte cuando ellas levantaban el vuelo al ser sorprendidas en el zacatal.

Sobre el alambrado, en el tercer hilo, el de arriba, las tórtolas mostraban el abanico de sus alas y emitían sus voces como si un toro bramara en el mes de Mayo en busca de su hembra, su vaca que ya en temporada de celos admitía la compañía y cortejo de un toro bramador. El sonido de las tórtolas parecía el bramido de un toro allá a lo lejos...

A los lados del camino abundaban los arbustos de anona, que en esa época mostraban sus frutos de la temporada. Frutos de un aroma agradable y color rosado, de pulpa arenosa y azucarada. Fruto que ostentaba en sus mejillas el calor del sol y el color que le había robado a nuestro astro rey o que simplemente nos revelaba la presencia de la carotina, en su pulpa y en su cáscara o epicarpio.

Lacho siguió su camino, su hermano no quiso desatar el almuerzo hecho con tortillas gruesas y pequeñas, pero muy redonditas. El almuerzo estaba compuesto de frijoles refritos con manteca de cerdo, una torta de huevos fritos con rajas de chiles verdes y rodajas de cebolla.

Lacho siguió pensativo, pensando en su destino, pensando en su familia, como “El jibarito”.

Como a eso de las cinco de la tarde llegaron al poblado de CRISTÓBAL OBREGÓN; saludaron a un reconocido comerciante que en ese momento estaba cargando de maíz su camión de redilas, un “Fargo”, quien necesitaba llevar la carga a la ciudad de ARRIAGA, él les preguntó:

—¿A dónde llevan ese maíz?
—A BARRANCA HONDA o SAN JOAQUÍN —respondió Lacho—.
—¿A cómo se lo pagan allá?
—A 35 centavos.
—Yo se los pago a 33.
—No señor, ya tenemos compromiso de vender allá nuestra carga.
—¿Cuánto llevan?
—Más de cuatro fanegas, como media tonelada.
—¿Tanto?
—Sí señor.
—Bueno, se los pago al precio de allá.
—No podemos vendérselo a usted, es compromiso que tenemos.
—¿Ni a 36 centavos?
—Sí, pero con la condición de que antes de que yo pese mi maíz, deje pesarme en su báscula.
—¿Para qué?
—Para saber por cuánto vendo mi palabra.
—Está bien chamaco, ven, pésate.

Lacho se pesó en aquella báscula y comprobó que no pesaba ni 43 kilogramos, revisó la báscula, se bajó y le preguntó al comerciante:

—¿Cómo debemos proceder para que en su báscula yo pese 46 kilogramos más 220 gramos?
—Eres listo chamaco, vamos a liberarla de todo ese maíz que está regado, además creo que ese pedazo de cartón le estorba.

El comerciante sacudió un poco aquella báscula, la libró del maíz y cartón, además corrió unas pesitas de contrapeso y le dijo a Lacho que ya podía pesarse. Lacho pesó 46.225 kilogramos y acto seguido, se pesó el maíz y se multiplicó la suma de las pesadas por $0.36, precio en que vendería un kilogramo.

Después Lacho y su hermano llegaron a la conclusión de que habían ganado 20 kilogramos más. Lacho recibió su paga, compró una sardina “Jarochita”, una lata de chiles “Serranitos” y medio kilogramo de galletas de animalitos, regresaron al rancho EL RECUERDO DE MARÍA, con gran contento de los bueyes, que para el regreso no se necesitaba de puya o chicote.

sábado, octubre 11, 2008

:: Cyborg name decoder ::



Leyendo este post, y admitiendo tener nada mejor qué hacer por el momento; visité la página http://cyborg.namedecoder.com/ , que tiene una herramienta que apartir de un conjunto de caracteres, genera nombres "Cyborgs". Se he hizo algo batante "Geek/Friki" y pues, la curiosidad nació y experimenté con mi nombre. Esto apareció:







Bueno, fueron 5 valiosos minutos de "no aburrimiento" jejeje...

:: "Chamagón" ::


Lacho tuvo un amigo y compañero de trabajo en su infancia. Sus más caras experiencias las había compartido con aquel amigo que por arte de magia desapareció de su vida cuando Lacho fue bautizado.

Todo sucedió así:

Lacho estaba trabajando en su oficina, en la dirección de la escuela donde laboraba. Lacho quizás tenía unos 38 años de edad, cuando como a eso de las once de la noche, después de haber dejado en orden todo el trabajo del día, se dirigía a su domicilio para descansar después de una ardua labor; pues Lacho iniciaba sus labores a las ocho de la mañana y se retiraba a horas avanzadas de la noche. Sucedió que cuando él se disponía a ir a descansar, al transitar en una calle semi oscura —como casi todas las calles de la población—, Lacho escuchó, o llegó a su mente, una palabra que hacía muchos años no pronunciaba, es más, se había olvidado de ella. Escuchó la palabra “Chamagón”. Lacho pensó: ¿Qué es “Chamagón”? ¿Dónde había escuchado esa palabra? Lacho continuó hacia su domicilio, al llegar consultó en un diccionario y no encontró la palabra “Chamagón”.

Lacho se acostó, buscó y rebuscó en el fondo del viejo arcón de sus recuerdos y... Se acordó que cuando era niño tuvo un amigo a quien él llamaba “Chamagón” quizás por su complexión robusta.

Chamagón era un muchacho robusto, tal vez de la misma estatura que Lacho, tal vez aparentaba la misma edad que Lacho.

Chamagón era su amigo inseparable: jugaban juntos, cuidaban el ganado, hacían las labores propias del rancho, recolectaban frutos silvestres, cazaban por el llano en los caballos propios y ajenos, nadaban en las pozas más hondas que existían en los ríos más cercanos al rancho de Lacho.

En las playas, a orillas de los ríos practicaban la defensa personal... eran inseparables. Cuando Lacho estaba solo y quizás en algún momento pensaba en su amigo, en ese momento, como arte de magia, Chamagón estaba junto a él.

En muchas ocasiones, en la mayoría de las veces, dormían juntos. Lo que Lacho no se acordaba es que si Chamagón se alimentaba igual que él, pues en muchas ocasiones extrajeron miel de las colmenas que encontraban en los árboles, pero Lacho no se acordó si su amigo, su inseparable amigo la probó siquiera.

Lacho empezó a recordar más y más de su infancia y pubertad, Lacho revivió el pasado, su vida pasada en aquel ranchito humilde en donde vivió aproximadamente unos veinte años. Tendría unos dieciséis años de edad cuando empezó a fijarse en una chamaca de unos catorce. La cortejó, la enamoró; pero ella no le hacía el menor caso. Un día como a fines de octubre, él le habló con gran amor, puso mucho interés en su ruego que ella se compadeció y como respuesta a su reclamo le propuso que asistiera a una fiesta que se celebraba año tras año en la finca SANTA CATARINA, y, allá podrían bailar y platicar más a gusto. Lacho no se entusiasmó mucho porque sabía que no era muy fácil asistir a esa fiesta el 25 de Noviembre. Faltaban quizás un mes para esa fiesta y Lacho seguía pensando en ella, en la muchacha quien era la causante de sus desvelos.

En una tarde, caminando por el bosque y platicando con uno de sus hermanos, quien era dos años mayor que él, le externó su problema, le dijo que quería asistir a la fiesta de SANTA CATARINA en el mes de noviembre. El hermano le respondió:

¿Qué me darías si yo logro que vayas a esa fiesta?

Pues, mi tirador (que tiene hule nuevo); mi trompo zumbador y dormilón que hice de la raíz de una arrayana, mi polla pinta, que ya mero va a poner, mi navajita de cachita blanca...

Y ¿Qué más?

Pues ya no tengo más, si no, te lo daría...

Bueno, me puedes dar tu machete cortito que llevas ahí.

¿Este?, ¿El tunquito?

Sí, ese.

Bueno, ni modos, también te lo daré.

Bien, trato hecho, dame una semana de tiempo para que yo le diga a papá que te lleve a esa fiesta...

Pasó una semana, Lacho seguía con la compañía grata de su amigo el Chamagón. Chamagón era velludo; era fornido; de tez un poco morena; ojos negros y muy brillantes; cabello lacio; musculoso y ancho de espaldas. Siempre se portó muy bien para con Lacho; era más que su hermano; era su amigo. Jamás pronunció alguna voz de queja o de reproche. Era un muchacho optimista; de carácter afable; siempre estaba alegre; era muy tranquilo; su comportamiento generaba seguridad a Lacho. Lacho era muy raquítico; era un muchacho enclenque: casi siempre tenía hambre; vestía precariamente, la semi desnudez era su principal característica; padecía desde su nacimiento del sistema renal. No tenía control en su orina y para acabarlo de amolar, era zurdo. Le decían “El Chueco”.

Pero Lacho era muy feliz, vivía tranquilo en su mundo, su amigo era como su otra parte. Chamagón estaba siempre con él. Él le ayudaba en sus tareas diarias, alivianaba su carga; le hacía menos escabroso su camino. A principios del mes de Noviembre su hermano le anunció a Lacho que su papá lo llevaría a SANTA CATARINA para que fuera bautizado, pues en ese festejo, solía llegar el sacerdote para bautizar a decenas de niños que habían nacido durante el año y a otros remisos -como Lacho-.

Lacho fue llevado por sus padres para recibir las aguas bautismales. Le buscaron tres padrinos ricos, dueños de haciendas; le compraron su pantalón y su camisita, blancos; no le compraron ni guaraches, pues Lacho nunca había tenido “caites”, mucho menos que tuviera un par de zapatos. Chamagón vestía igual, muchas veces andaban los dos semi desnudos. ¡Pero qué felices eran!

Después de la ceremonia religiosa, del sacramento bautismal, Lacho corrió hacia donde estaba el baile y buscó a la autora de sus congojas. La marimba ya dejaba escuchar de sus teclas, las notas de un bolero romántico que en esos días estaba en boga, en moda. Lacho recuerda que “Hilos de plata” fué el primer bolero que bailó cadenciosamente, abrazado con su sin par pareja. Se olvidó de todo, del bautizo, de padrinos, de cenar... Sólo por estar con ella.

Pasaron los años, pasó el tiempo; Lacho se fué a estudiar a Cintalapa. Con su certificado de instrucción primaria logró ser maestro de una escuela rural; siguió estudiando, se tituló como maestro normalista, fué adscrito en diferentes escuelas; siguió estudiando en la Escuela NORMAL SUPERIOR DE PUEBLA, realizó en forma satisfactoria la carrera como maestro en Matemáticas y llegó a dirigir Escuelas Secundarias Federales Foráneas. Llegó a ser director de Secundaria.

Cuando Lacho se acordó completamente de Chamagón, lo recordó con mucho cariño, con el deseo de volverlo a ver, de platicar con él.

¿Quién era Chamagón?

¿Quién fué aquel amigo de la infancia de Lacho?

¿Por qué Lacho ya no volvió a ver a Chamagón y jamás volvió a acordarse de él después de que regresó de la fiesta de SANTA CATARINA?

¿Quién era ese ser? ¿Un duende? ¿Un gnomo?...

Quien sabe quién fué; pero lo que sí se sabe es que Lacho fué muy feliz en su infancia; con su compañía y comprensión, y que posiblemente el “Bautizo” de Lacho fué el acto que certó de tajo esa comunicación y esa amistad y separó para siempre a dos seres de distintos mundos.

Lacho últimamente vive feliz, no con la compañía de Chamagón, si no con su recuerdo...

viernes, octubre 10, 2008

:: ¿Cultura vial? ::



Salí a comprar un poco de esa malla “mosquitero” y a traer unas fotografías que me pidieron para unos trámites escolares pre-titulación. Fui en el auto, me estacioné lo más apropiado que pude (me tardé en encontrar lugar aún siendo ya las 5:30 de la tarde, una hora bastante librada de tráfico en la zona central de la ciudad), tratando -como siempre- de no interrumpir en algún aspecto la vialidad pública; entonces, con calma, me fui caminando a hacer los mandados…

Sorpresivamente me topé con una imagen bastante común -lamentable, sin ser sensacionalista o escandaloso- aquí en Tapachula: Un vehículo de transporte público estacionado en una zona en donde supuestamente no debería estar permitido (o bien, según creo, no lo está) hacerlo.

Aquí (como en otros lugares, según he visto en los noticieros) la reputación en general de los transportistas está por los suelos; y no es para menos, pues tenemos -en los extremos de la ejemplificación- a dos perfiles:

1.- Por un lado, están aquellos hombres mayores de 60 años, cuya experiencia en el volante en la mayoría de las veces nos brinda una seguridad mayor comparada con la que nos puede ofrecer otro tipo de conductor. Aunque nadie se escapa de ser imprudente y grosero; está bien, no siempre las circunstancias serán las mismas y por ello tampoco quiero decir que alguien que no sea un “viejo lobo de mar” es, a permiso de usar la palabra, un pendejo en el volante.

2.- Por otro, los más jóvenes, cuya fascinación por pitar (tocar el claxon) a las muchachas pareciera que es un común denominador en ellos. Suelen manejar velozmente, se pasan los semáforos en rojo y no gritan al de adelante siempre y cuando sea también un conductor transportista como ellos.

De estas categorías generales, tenemos que ramificar a “taxistas” y “combistas” (a los de autobuses no los incluyo porque no los he observado mucho).

a) Con los “taxistas” no tengo mucho material para decir, sólo que me ha tocado ver a cada imprudente desmadrar el reglamento de tránsito y sentirse los dueños del asfalto. Una vez vi cómo un “taxista”, sin haber visto hacia un lado de la calle, dio la vuelta y casi atropelló a una muchacha que iba cruzando, pero sí la golpeó fuerte; Él volteó a todos lados, me vió y se echó a reír en un tono de “¡Ay!”. Afortunadamente también me ha tocado viajar con personas muy respetuosas y que parecen tener conciencia de la seguridad del viajero, del vehículo, de los peatones y de los demás automovilistas.

b) Los “combistas”… Ah! Otra historia… tan bonito sería explayarme insultándolos y mentándoselas, pero no es el caso por ahora. También hay educados, tranquilos y hasta respetuosos; son pocos, pero los he visto. Ahora vamos con los del otro tipo…

Los “combistas” del lado oscuro (en esta categoría entran los conductores de las VAN hacia los lugares aledaños de Tapachula) son la mierda de la vialidad que he conocido; algunos puntos que recuerdo de ellos, que podrían describir su perfil, son éstos:

1.- La mayoría de ellos no tienen ni los 20 años, tienen apariencia de chalanes o “medias cucharas” y mascan chicle como si quisieran mostrarnos la masa de sus dientes.

2.- Se hacen acompañar por una joven que es la versión del “combista”, pero en femenino.

3.- Lenguaje grosero y vulgar. Gritan hacia las afueras del vehículo frases como:

“¡Ese verga no mames…!”

“¡ Hijo de tu puta madre…!”

“Wey wey wey, ese verga…!”

Puedo continuar, pero me es suficiente.

4.- Echan carreras entre ellos “para levantar pasaje”, señoras embarazadas o con bebés en brazos son zangoloteadas apenas suben a la “combi” porque el conductor no se espera a que se tomen los asientos, si es que alguno queda vacío porque tampoco les importa mucho.

5.- La música que ponen mientras conducen, clásicamente es Reggaetón a un volumen bastante alto, que no deja escuchar nuestros gritos cuando decimos “¡Esquina!”. No tengo nada contra esa música; es más, una que otra puedo llegar a soportarla, pero tampoco considero justo que los pasajeros tengamos que escuchar su mierda estridente.

6.- A veces, por ir en competencia, te dejan una cuadra después de donde pediste el alto.

7.- Algo que me caga de ellos, es que cuando apenas ha cambiado a color verde la luz del semáforo te pitan una y otra vez como diciéndote “apúrate, apúrate wey” y si van detrás de ti y te detienes con la luz amarilla empiezan a gritar “que te pases”, como si la amarilla indicara eso.

8.- Por ir jugando, ha provocado choques y mucha gente ha resultado herida o muerta, pero con todo eso, vuelven al volante al cabo de unos meses ¿Y la autoridad? -Bien gracias-, estrenando patrullas...

9.- Andan manejando vehículos en condiciones pésimas; son viles “carcachas” que a veces provocan la impresión de irse desbaratando apenas encienden sus motores.

10-. (Para terminar esta parte por ahora) Lo naco se les nota por doquier: el hablado, la música, los adornitos del interior de las “combis” o los letreros en la parte de atrás; en fin, así es la mayoría de este espécimen.

Todo lo anterior lo analicé esperando un rato ahí frente a la “combi”, pensando “Tal vez fue a hacer un mandado y regresa en unos 5 minutos” pero una señora a quien pregunté me dijo que ya tenía más de una hora ahí estacionado.

Ah… bueno” -pensé-. Y seguí mi camino para hacer los mandados…

Y después, vi una imagen parecida, sólo que ahora no era un transportista, si no era un “civil”:

“¡No maaaaaaames!” -pensé-. Estacionado en zona prohibida, y luego sobre el paso peatonal… ¡Vaya! Éste me salió más chingón… Pero me dije: “Aguanta, aguanta, tiene las intermitentes encendidas, talvez apenas llegó…

Y voy de chismoso de nuevo con otra señora (me caen bien las señoras) y le pregunté lo mismo, y me respondió: “No, ya tiene mucho rato ahí; salió un matrimonio y entraron los dos en la escuela, hace como media hora o un poquito más creo…

Bueno, no cabe duda que estamos jodidos en varios aspectos culturales, y muy pocos hacen algo y casi nadie se da cuenta; A todos nos ha de tocar tener nuestro momento de irrespetuosidad a las leyes viales y de tránsito, ya es algo intrínseco en nuestra educación y parece que no se va a quitar durante toda nuestra vida. Nos quejamos de los transportistas (así como yo hace un momento) y estamos ciegos de las faltas que cometemos, pero como pensamos que “no le hará daño a nadie si nomás es tantito” entonces no hay problema si lo hacemos; es más, ya hacerlo es básicamente un signo cultural que nos identifica.

¡Ay que mamón!” -podrás pensar de mí- (y sí, lo reconozco), pero, grandes logros se han llevado a cabo a partir de pequeñas acciones y diminutos valores que crecen con el ejemplo; y si no somos capaces de llevar a cabo éstos últimos, entonces sí nos va a cargar el payaso… no social, económica, moral o espiritualmente (eso no importa a muchos) si no culturalmente…. (¡A chingá chingá! Ahora que me acuerdo ¿Tampoco eso importa mucho verdad? )…

Como sea, cualquier persona que tenga bien puestos sus principios y valores, por insignificantes o tontos que parezcan, está por encima de los mezquinos…

martes, octubre 07, 2008

:: Gusanos ::



Hay un lugar en las colindancias entre Tapachula y Tuxtla Chico, allá rumbo a la colonia MONTE NEGRO, que es un terreno que hace años fue adquirido por mi padre. Este terreno se extiende en un área mas o menos de una hectárea (un tamaño bastante grande para mí, pero para muchos terratenientes de aquí no sería más que un mosaico) y goza de un verde inconmensurable cuya gama se extiende hasta el cansancio del ojo humano. Es muy posible que a partir de ahora escriba sobre este lugar, y espero que todas esos Posts sean con fotografías que logren transmitir la esencia del paisaje.




Revisando mis colecciones fotográficas, me encontré con un grupo de fotografías de este lugar, cuyas tomas han sido de los últimos 4 años y que no he compartido más que con una amiga gracias a la tecnología del correo electrónico. Entre todas las fotos, elegí unas que se remontan más o menos al año 2006 (¿Qué mes? Sepa su m… Es que no me gusta configurar la fecha en las cámaras digitales) en donde se exhibe a un grupo de gusanos que radicaban inmóviles (talvez en periodo de digestión) sobre los tallos de unos árboles; no me sorprendió el tamaño ni el colorido aparente de los gusanos, más bien fue la cantidad y la forma de agruparse…















No sé qué tipo de gusano (u oruga) sean, tampoco sé cómo habrán logrado sobrevivir hasta alcanzar ese tamaño, pero mientras para algunos resulta algo desagradable o asqueroso, para mí es algo asombroso…
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